Una película tailandesa sacude las pantallas: «Cómo hacerse rico (gracias a tu abuela)».
Una codiciada herencia, una abuela moribunda y una ternura inesperada: llega a los cines la película tailandesa que da un vuelco al corazón de la gente. A la vez satírica y conmovedora, plantea una pregunta sencilla: ¿puede el amor familiar sobrevivir al dinero?
Una historia universal… y profundamente íntima
El primer largometraje de Pat Boonnitipat, Cómo hacerse rico (gracias a tu abuela), es sorprendentemente acertado. Basada en un guión de Tosa Pong, esta comedia dramática sigue a M, un joven perezoso adicto a la tecnología y que sueña con convertirse en streamer, que se acerca a su abuela Amah, gravemente enferma… con la esperanza de recibir una herencia. Pero a medida que pasan los días, su vínculo se hace más fuerte, rompiendo todas las apariencias.
Interpretada por la actriz Usha Seamkhum, la matriarca impone una presencia tierna y rústica. En torno a ella giran miembros de la familia con intereses divergentes: deudas, celos, palabras no dichas… todos los ingredientes para un drama intergeneracional.
El dinero (de una abuela) como indicador de sentimientos
Esta película aborda de frente un tema tabú: el impacto del dinero en las relaciones familiares. Como señala Pat Boonnitipat, «expresar amor a través del dinero está mal visto en Tailandia, pero nunca se pueden separar completamente».
Es precisamente esta tensión -entre la emoción genuina y los motivos interesados- lo que hace que la historia sea tan cautivadora. M no está solo en su deseo de beneficiarse de la herencia: un primo esclavizado, un tío endeudado, una hija soltera… todos gravitan hacia Amah. La película se convierte en un espejo de emociones, oscilando entre el humor, la ternura y la sátira.
Fenómeno viral, sobre todo en TikTok y en varios países europeos, Comment devenir riche (grâce à sa grand-mère) demuestra que un tema local puede tener un atractivo universal. En los cines desde el 16 de abril, ya va camino de convertirse en un clásico generacional.
Lee también: Valentino revela la nueva generación de musas