Matisse y su hija Marguerite: ¿una nueva exposición en París?

¿Podemos redescubrir a un maestro a través de los ojos de su hija? Ése es el reto al que se enfrenta el Museo de Arte Moderno, que dedica una exposición tan delicada como original a Henri Matisse y Marguerite, su hija mayor y discreta musa. Es un homenaje conmovedor y visualmente impresionante a ambos artistas.

Una estrecha relación sacada a la luz

Marguerite Matisse no sólo fue hija del pintor, sino también su modelo, su apoyo y su heredera artística. Desde la infancia, tuvo que enfrentarse a la enfermedad: una traqueotomía a los 7 años la dejó con una emblemática cinta negra alrededor del cuello, que se repite en varias obras de su padre. En la selección expuesta, este detalle íntimo se convierte en símbolo de ternura y fragilidad, encarnando un profundo afecto paterno.

Los retratos de Marguerite -leyendo, dormida, soñando- puntúan la exposición como tantas etapas de la carrera de Matisse. Pasamos por sus periodos Niçoise, Fauve y de posguerra, guiados por la figura silenciosa y constante de su hija.

Marguerite: musa y artista por derecho propio

Si Marguerite inspiraba, también pintaba. La exposición revela una faceta poco conocida de esta «mocosa de estudio» que se convirtió en artista por derecho propio. Sus obras, ricas en colores vivos y gestos enérgicos, reflejan un estilo personal, al tiempo que llevan la huella del genio de su padre. También fue responsable de la dirección artística de la obra de Matisse, demostrando que su papel iba más allá del de musa.

El término «bebé nepo» adquiere aquí una resonancia noble y rara: Marguerite no sólo heredó, sino que transmitió.

Un final de viaje tecnológico y envolvente

El punto culminante de la visita es una experiencia de realidad virtual que te permite sumergirte en el legendario fresco La Danse. Una inmersión total en el gesto de Matisse, cuyo boceto también puede verse in situ. Un final sorprendente que combina arte clásico e innovación contemporánea.

👉 No te lo pierdas: del 4 de abril al 24 de agosto de 2025, en el Museo de Arte Moderno de París.

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