Carita: la casa de belleza parisina que seduce hoy a los hombres
La emblemática Maison de Beauté Carita, una institución del lujo desde 1945, reabre sus puertas con una nueva oferta dedicada a los hombres. Mezcla de herencia, innovación y refinamiento, esta dirección legendaria del Faubourg Saint-Honoré redefine la elegancia masculina.
Carita: un patrimonio de belleza y excelencia
Fundada por las hermanas María y Rosy Carita, la empresa revolucionó el mundo de la belleza introduciendo un concepto vanguardista: la Maison de Beauté. Un lugar donde la peluquería, los tratamientos faciales, el maquillaje y los masajes se unen para ofrecer un enfoque holístico del bienestar, mucho antes de que esta noción se pusiera de moda.
Icono de los años 50 a los 70, Carita ha hecho lucir a figuras legendarias como Mireille Darc, Françoise Hardy y Anna Karina. Su famoso carré gráfico y sus técnicas innovadoras han dejado huella en la historia del estilo y el glamour parisinos.
Hoy, bajo el impulso del grupo L’Oréal, Carita entra en un nuevo capítulo abriéndose plenamente a una clientela masculina que antes era discreta, pero que ahora está en el centro de sus ambiciones.
Una oferta especialmente diseñada para hombres
En 1967, Carita ya ofrecía una gama dedicada a los hombres: Carita Monsieur. Hoy, la empresa recupera esta tradición y desvela un tratamiento de autor ultra-lujo: una potente exfoliación adaptada a la piel masculina más gruesa, propensa a las impurezas y a las agresiones externas.
Los hombres de negocios del Faubourg, los periodistas y los actores que se preparan para los premios César ya acuden aquí. Diseñado para adaptarse a su ritmo frenético, este refinado espacio, concebido por Studio REV, mezcla decoración en blanco y negro, elegancia atemporal y ambiente confidencial.
Más que un instituto: un lugar real para vivir
Además de sus productos para el cuidado de la piel, Carita es una dirección de visita obligada en el lujo parisino. Su restaurante Rosy & Maria, dirigido por Amandine Chaignot, atrae a una clientela ecléctica que viene tanto por una tostada de aguacate como por un ritual de belleza excepcional.
Con su estudio oftalmológico, sus once salas de tratamiento y su piso privado, Carita sigue siendo un enclave de prestigio, donde cada detalle ha sido pensado para una experiencia sin igual.
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