Olivier Rousteing inaugura una nueva era en Balmain

Para su desfile de otoño-invierno 2025-2026, Olivier Rousteing marca un punto de inflexión en la historia de Balmain, con una colección más estilizada que combina fuerza y sutileza.

Tras 14 años al frente de la casa de modas, el diseñador francés optó por volver a un estilo más introspectivo, fiel a los códigos fundacionales de Pierre Balmain, al tiempo que inyectaba una modernidad controlada. Presentada en la Grande Halle de la Villette, la colección presenta líneas maximizadas, hombros dramatizados y una refinada paleta de colores, salpicada de toques de naranja pop y rojo amapola. Más que nunca, la mujer Balmain encarna una fuerza tranquila, donde opulencia ya no rima con ostentación, sino con autoconocimiento y afirmación personal.

Un armario entre la elegancia y la utilidad

Las piezas reflejan esta tensión entre clasicismo e innovación. Cabanas, parkas y pantalones están impregnados de estilo utilitario, mientras que el juego de texturas oscila entre la suavidad del mohair y la fuerza del cuero. La experimentación alcanzó su clímax con los vestidos efecto cocodrilo en 3D, confeccionados con baldosas de resina y bordados de microperlas que evocan motivos de cebra.

Un diálogo entre herencia y modernidad en Balmain

Para Olivier Rousteing, esta colección es una conversación entre dos identidades: la suya propia y la de Pierre Balmain. Hay referencias a siluetas de los años 50 y 60, pero también algunos guiños a los 80. Los accesorios desempeñaron un papel central: el icónico bolso Anthem se presentó en una gama de materiales reconfortantes, al igual que el Sync con candado, el Shuffle sin tirantes y elEbène de media luna. Los zapatos esculturales refuerzan este universo, coqueteando con la idea del arte ponible.

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