El lujo en 2030: un mercado estimado en 2.500 billones de euros
Según Bain & Company y la Fundación Altagamma, el mercado mundial de bienes de lujo podría alcanzar entre 2.000 y 2.500 billones de euros en 2030. Todo ello apoyado por un crecimiento anual del +5 al +9%.
Crecimiento prometedor tras una recesión
Tras un ligero descenso del -2% en 2024, debido a la inflación, el sector del lujo parece encaminarse hacia una fase de recuperación sostenible. Se espera que el gasto en bienes personales de lujo, en particular, crezca entre un +4% y un +6% al año, hasta alcanzar unos 500.000 millones de euros en 2030. Este crecimiento se atribuye a la creciente demanda de lujo «accesible» y a la polarización de las bases de clientes.
Motores de crecimiento
Las previsiones apuntan a una expansión significativa en las regiones clave. Los mercados occidentales y Oriente Medio deberían continuar su crecimiento constante. China está iniciando una recuperación gradual, y Japón está volviendo a la normalidad. Además, nuevos mercados emergentes como India, América Latina y el Sudeste Asiático se perfilan como importantes motores del crecimiento. Bain calcula que 300 millones de nuevos compradores de las generaciones emergentes y de las clases media y alta entrarán en el mercado de bienes de lujo para 2030.
Vuelta a lo básico e innovación
Para captar esta base de clientes más amplia, las marcas tendrán que adoptar estrategias centradas en la excelencia, haciendo hincapié en el diseño del producto, la narración de historias y la experiencia del cliente. La inteligencia artificial generativa se identifica como una palanca clave para transformar la cadena de valor, ya sea en la optimización de las operaciones o en el desarrollo de productos innovadores.
Una transición por la que navegar
Los expertos señalan opciones estratégicas cruciales: preservar la exclusividad o dirigirse a un público más amplio, y mantener una estrategia de aumento de precios o innovar hacia modelos accesibles. Estos dilemas serán decisivos para las grandes marcas, que tendrán que combinar tradición e innovación mientras invierten en el futuro.
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