Los mejores clubes de jazz: sumérgete en el alma musical de París
París, la ciudad del amor, la moda y la cultura, es también un hervidero de jazz, donde los amantes de la música pueden descubrir lugares cargados de historia. Estos clubes, a menudo legendarios, acogen a artistas de renombre y ofrecen experiencias únicas.
El Caveau de la Huchette: una historia legendaria
Situado en el corazón del Barrio Latino, el Caveau de la Huchette encarna la historia del jazz en París desde 1946. Por sus paredes han pasado algunos de los más grandes nombres del jazz, desde Sidney Bechet a Lionel Hampton, al tiempo que acogía a un público cosmopolita para bailar y escuchar a músicos de talento.
Lejos de ser un simple club, este lugar está cargado de historia. Antes de convertirse en un local musical, a lo largo de los siglos albergó reuniones secretas de los templarios y los masones, y recibió el sobrenombre de «Caveau de la Terreur». Pero hoy, es el jazz lo que hace vibrar sus bóvedas. Los aficionados encontrarán el ambiente de clubes legendarios como el Cotton Club de Nueva York, y el local incluso inspiró a Alan Sytner para crear el famoso The Cavern Club de Liverpool.
Inmortalizado en la película La La Land, el Caveau es una inmersión en un París vibrante por la noche, donde cada velada reúne a apasionados del swing y de las notas cálidas. En nuestra opinión, es uno de los mejores clubes de jazz que existen.
Le Duc des Lombards: excelencia musical
Conocido en todo el mundo, el Duc des Lombards es un auténtico templo del jazz. Enclavado en un barrio histórico, este club ofrece un programa exigente, en el que se mezclan grandes nombres como Ahmad Jamal y Melody Gardot con jóvenes promesas como Baptiste Trotignon.
La intimidad del local y la calidad de la acústica hacen que el público viva momentos de pura magia musical. En las memorables jam sessions, los artistas suelen compartir su pasión con un público bien informado. Cada nota que suena en el Duc des Lombards es testimonio del amor a la música, en un ambiente elegante y atemporal.
New Morning: libertad musical sin igual
Menos glamuroso en apariencia pero profundamente auténtico, el New Morning es un lugar cargado de historia. Perdido en la rue des Petites-Écuries, este club es ante todo un santuario para los puristas del jazz. Su local crudo y despejado pone el escenario en el centro, valorando la música por encima de todo.
Desde que abrió sus puertas, el local ha atraído a artistas de la talla de Archie Shepp y Eddie Palmieri, así como a personalidades de incógnito como Georges Perec y Jean-Pierre Cassel, que acuden aquí para disfrutar de la música con total discreción. Le New Morning es mucho más que un club: es un «enclave de libertad», un lugar donde músicos y espectadores comparten una pasión común.
Jazz Club Étoile: un programa variado y estimulante
Fundado en 1975, el Jazz Club Étoile se ganó rápidamente sus galones acogiendo a leyendas como Dizzy Gillespie, Oscar Peterson y Diana Krall. Pero el club no se limita al jazz. Ya en la década de 1980, presentó en París a algunos de los nombres más importantes del soul y el blues, como BB King e Ike Turner.
Hoy, su ecléctica programación mezcla jazz, funk, soul y músicas del mundo. Su lema es «Corazón. Ritmo. Pasión», el Jazz Club Étoile garantiza un ambiente cálido y rítmico, ideal para los aficionados a la música en directo.
Le 1905: combinar jazz e intimidad
Situado en el primer piso de Les Vins des Pyrénées, en el barrio del Marais, 1905 es un bar escondido que te invita a relajarte y descubrir. Con su decoración retro y silenciosa, este lugar recuerda al piso de un dandi, donde puedes disfrutar de una copa mientras escuchas conciertos íntimos.
Aunque no es tan conocido como las grandes instituciones parisinas del jazz, 1905 ofrece una experiencia única, que combina refinamiento y cordialidad. Es el lugar perfecto para quienes deseen descubrir el jazz en un ambiente íntimo y chic.
Estos emblemáticos clubes son sólo una muestra de la riqueza musical de París. Durante décadas, la capital francesa ha sido un hervidero de innovación y creatividad para los clubes de jazz. Atrae a artistas de todo el mundo, al tiempo que preserva una vibrante escena local.
Desde grandes locales a clubes de jazz más discretos, cada local tiene su propia identidad, pero todos comparten un objetivo común: celebrar la música en su forma más bella y universal.
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