Jacquemus inaugura su boutique de Nueva York

©jacquemus

El famoso diseñador francés Simon Porte Jacquemus ha abierto su primera boutique americana en el Soho de Nueva York. Dos años después de París, la marca prosigue su expansión internacional. Jacquemus ha dedicado 270 metros cuadrados a sus creaciones.

Un francés en Nueva York

En octubre de 2024, Jacquemus dio el siguiente paso en su carrera abriendo una tienda en el Soho, en el 143 de Spring Street. Tras ganar el Premio Neiman Marcus a la Innovación y ser destacada en prestigiosos eventos, Jacquemus sigue mostrando su talento internacionalmente.

Para celebrar esta nueva dirección, la marca ha lanzado una cápsula especial titulada «Love in NYC». Un guiño al amor, tema recurrente en las creaciones del diseñador. Jacquemus no dejó de seducir a sus fans con esta colección exclusiva. Además, hubo una operación inédita. Hasta el 20 de octubre, un foodtruck instalado cerca de la tienda repartía desayunos gratuitos a los transeúntes. Se servían cruasanes y zumo de naranja en envases únicos, que a veces escondían un billete dorado. Los afortunados se iban a casa con la emblemática bolsa «Le Rond Carré».

Un espacio diseñado con pasión

La tienda de Nueva York encarna la visión estética y arquitectónica de Simon Porte Jacquemus. Distribuida en dos plantas, con un elegante interior inspirado en las líneas provenzales y parisinas, el espacio refleja su estilo cálido y minimalista. En colaboración con OMA, un renombrado estudio de arquitectura, el espacio presenta paredes encaladas, suelos de piedra de Borgoña y una escalera de hierro forjado realizada por un artesano italiano. Este equilibrio entre materias primas y formas orgánicas crea una atmósfera única.

Obras de arte cuidadosamente seleccionadas

El interior de la tienda no es sólo ropa. Jacquemus ha transformado el espacio en una galería de arte, exponiendo obras de renombre. Entre ellas, grabados de Pierre Bonnard, fotografías de Peter Schlesinger y esculturas de bronce de Maillol. Incluso una litografía de Joan Miró. El mobiliario, por su parte, es una mezcla de piezas diseñadas por OMA y tesoros cedidos por casas como Christie’s. Entre los muebles, dos sillas de Frank Lloyd Wright de los años 50 añaden un toque de elegancia vintage.

Aunque la influencia americana es fuerte, Simon Porte Jacquemus sigue fiel a sus raíces francesas. Espigas de trigo y hierro forjado, símbolos de la Provenza, adornan el espacio y sirven de recordatorio de su indefectible vínculo con sus orígenes.

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