Le Wagon Bleu en París: un Orient-Express culinario en el corazón del distrito 17
En la encrucijada del viaje inmóvil y el sabor auténtico, Le Wagon Bleu logra una hazaña singular. Enclavado en el distrito 17 de París, este restaurante transporta a sus comensales a bordo de un auténtico carruaje Orient-Express de 1925, meticulosamente restaurado. Este marco único combina el encanto retro con la calidez de la cocina corsa contemporánea.
Un entorno legendario restaurado con garbo
La historia de este lugar merece por sí sola las distracciones. En los años 50, sus fundadores decidieron salvar un vagón de ferrocarril que estaba destinado a la chatarra, lo hicieron transportar desde las vías e instalar en el lugar de su antiguo campo de petanca. Reformado una década más tarde, el espacio se convirtió en un popular plató cinematográfico y, sobre todo, en un extraordinario restaurante. El escenario evoca al instante los románticos viajes del Orient-Express, con sus paneles de madera barnizada, sus asientos de terciopelo y su tenue iluminación.
Cocina corsa sabrosa y sincera
Cuando se trata de comida, Le Wagon Bleu no sólo seduce con su ambiente. Presume de una cocina corsa generosa y contemporánea. Los entrantes marcan la pauta con recetas como buñuelos de queso de cabra o huevos de mayo con un toque de bottarga. Los platos principales confirman la generosidad de la isla: pulled pork con higos, magret de pato, calabaza rellena o pasta carbonara revisitada con tomme corso y carrillada de cerdo. El menú también está pensado para vegetarianos y amantes del pescado fresco, servido con verduras de temporada.
La selección de vinos de la isla -pequeña pero bien pensada- subraya la fuerte identidad del lugar. Toda la experiencia se completa con postres caseros tan típicos como el pastizzu o las torrijas campesinas, que recuerdan a los dulces de la infancia, al estilo mediterráneo.
Una dirección imprescindible para una cena verdaderamente atemporal
Le Wagon Bleu ofrece mucho más que una comida: es una experiencia. Su decoración única y su cocina sincera lo convierten en uno de los mejores restaurantes atípicos de la capital. Una dirección poco común, para quienes adoran que la gastronomía cuente una historia.
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