Las terrazas del chef Yannick Alléno desveladas para la primavera
Se acerca el verano, París empieza a respirar… y las direcciones ocultas del Grupo Yannick Alléno reabren sus terrazas. Tres lugares, tres ambientes, un hilo conductor: la gastronomía desinhibida y ultramasterizada.
Pavyllon París: una terraza chic sin complicaciones
Enclavado en la frondosa plaza de los Campos Elíseos, el restaurante Pavyllon cuenta con una de las terrazas más confidenciales de la capital. Al abrigo de un techo desmontable y protegido de las miradas, es un refugio para los estetas que huyen de las multitudes, pero no del gusto. La cocina adopta aquí un enfoque contemporáneo e instintivo, impulsado por la idea de una gastronomía alegre y de espíritu libre que es la firma de Yannick Alléno.
¿Los platos? Cambian según el día y los productos. Puedes disfrutar de una lasaña de alcachofas al minuto, un cordon bleu à deux, o un man’ouché con curry y jengibre, en un ambiente elegante y relajado a la vez. Y qué decir de los postres del pastelero Valentin Mille, tan técnicos como sensuales, como el spoöm glacé con pomelo, o la pasta de soba confitada con azúcar de naranja. El brunch también está disponible los domingos, a la carta o como menú fijo (145 €), para los que quieran prolongar la experiencia con los ojos cerrados.
Ciruela: yodada, discreta, Art Decó
A tiro de piedra del Arco del Triunfo, el restaurante Prunier de Yannick Alléno interpreta una partitura marinera en un entorno de encanto antiguo. Su terraza de 18 cubiertos, resguardada tras una fachada catalogada de mosaicos turquesas, evoca un interludio de la Belle Époque. En el plato, la cocina del mar es picante, precisa y accesible al mediodía y por la noche.
El sashimi magro con aceite de sésamo y shiso abre el baile, seguido de la subasta del día, o la imperdible pescadilla frita al estilo Prunier, con un toque de tartar de atún y una pizca de caviar. ¿El postre estrella? Una isla flotante en trampantojo para compartir, un travieso guiño a la tradición francesa, revisitada con la elegancia de Alléno. Una dirección ideal para una escapada yodada… sin salir de París.
Izakaya Dassai: Japón íntimo en el corazón de Beaupassage
Escondida en el verde pasaje del distrito 7, la terraza delIzakaya Dassai es sin duda la más zen de las tres. Aquí, todo evoca el Japón popular, sublimado por el refinamiento de un gran chef. Vendrás a por un plato de bacalao negro marinado en miso y sake, ramen en un caldo ligero, u onigiri con una vuelta de tuerca, que puedes montar tú mismo, en un espíritu de diversión y participación.
El menú Dassai x Alléno (69 €) se marida con excepcionales sakes de la Casa Dassai. Y para los más curiosos, postres como la gelatina de café o el helado de matcha ofrecen una auténtica sorpresa. Una dirección que combina precisión, silencio y espontaneidad, en un rincón de París aún frecuentado sólo por gourmets exigentes.
Tres terrazas, una filosofía
Tanto si prefieres el silencioso confort del distrito 8, la fragancia salada del 16 o la sombra japonesa del 7, estas tres terrazas encarnan la misma idea de cocina: libre, contemporánea, pero nunca banal. En Yannick Alléno, cada lugar cuenta una historia. De ti depende elegir la que quieras vivir este verano.
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