Bvlgari golpea fuerte: la fábrica que cambia las reglas del juego
Bvlgari acaba de colocar una piedra angular en la historia de la joyería de lujo. En Valenza, la Casa italiana inaugura un complejo industrial que bien podría transformar el enfoque mismo de la fabricación artesanal de alta gama.
Una gran ambición industrial
Ocho años después de su primer taller, Bvlgari -bajo la enseña LVMH- amplía su planta de Valenza en 19.000 m², hasta superar los 33.000 m². Esta cifra basta por sí sola para poner en perspectiva la ambición: ahora es el mayor centro de producción de joyería monomarca del mundo. Una elección estratégica: la región es famosa por su experiencia en orfebrería.
El complejo, rebautizado Manifattura Bvlgari, hace gala de una filosofía sostenible, con más de 4.100 paneles fotovoltaicos y una organización rediseñada en torno a las energías renovables. Un gesto poderoso en un sector todavía demasiado discreto sobre su transición ecológica.
Formar para gobernar: una escuela de excelencia
Lo sorprendente, sin embargo, es el deseo de transmitir la experiencia. En el corazón del recinto, la Scuola Bvlgari, desarrollada con la TADS (Escuela de Diseño Tarì), marca un punto de inflexión. A diferencia de la Academia Bvlgari, reservada a los empleados, esta escuela está abierta al público. Su objetivo es transmitir las meticulosas habilidades de la orfebrería y el engaste de gemas, haciendo hincapié en la formación con microscopio, un detalle que dice mucho del alto nivel exigido.
Una encrucijada cultural y humana
Jean-Christophe Babin, Director General de la Casa, insiste en un enfoque humano y colaborativo: con más de 30 nacionalidades representadas, esta Manifattura pretende ser una encrucijada cultural al servicio de un objetivo: la innovación continua respetando el saber hacer.
La promesa es clara: duplicar la producción de aquí a 2029, dar empleo a 1.600 personas y convertir este emplazamiento en un laboratorio al aire libre para los artículos de lujo del mañana.
¿Por qué nos preocupa realmente esta iniciativa?
La Manifattura Bvlgari no es sólo una fábrica. Es una señal clara para la industria del lujo, un recordatorio de que, incluso en los bastiones del prestigio, es hora de renovarse. Una visita a la fábrica es imprescindible para cualquier amante exigente de la alta joyería, o para cualquiera que sienta curiosidad por lo que ocurre entre bastidores.
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