Lululemon en declive en EE.UU.

Hasta ahora, nada parecía capaz de detener a Lululemon. Enfrentada a un mercado estadounidense menos receptivo, la marca canadiense está revisando seriamente sus ambiciones para 2024.

Previsiones por debajo de las expectativas

En su último comunicado financiero, Lululemon Athletica sorprendió a los analistas: sus previsiones de ventas para el ejercicio en curso oscilan entre 11.150 y 11.300 millones de dólares, una cifra por debajo de las expectativas de Wall Street.

Lo mismo cabe decir del primer trimestre, para el que las previsiones siguen siendo modestas. Esto refleja una clara ralentización de la demanda en el mercado estadounidense, considerado durante mucho tiempo el motor de crecimiento del Grupo.

¿El fin del reinado de los leggings ajustados?

Más allá de las cifras, es todo un posicionamiento el que parece estar siendo puesto a prueba. Lululemon está luchando por adaptarse a las tendencias cambiantes, y los consumidores optan ahora por cortes más sueltos y relajados, muy alejados del ADN de athleisure compresivo de la marca.

Para remediar la situación, Calvin McDonald, director general del grupo, está intentando ampliar la gama de productos ofrecidos, incluyendo ropa de golf, tenis y running, una diversificación que está resultando arriesgada, dado que el segmento ya está saturado. La directora financiera Meghan Frank habla de «incertidumbres macroeconómicas», pero las tensiones van mucho más allá de las fluctuaciones del poder adquisitivo.

Un contexto internacional más favorable

Paradójicamente, los resultados internacionales ofrecen un contraste sorprendente. En el último trimestre, hasta el 2 de febrero, las ventas en tiendas comparables aumentaron un 22% fuera de América. En comparación, las cifras estadounidenses se mantuvieron estables.

Una señal clara: el crecimiento de Lululemon parece depender ahora de la expansión internacional, mientras que el mercado norteamericano -históricamente su bastión- se está ralentizando o incluso debilitando.

Una cadena de suministro bajo presión

Otro factor preocupante es la dependencia de la marca de Asia para la producción. Entre Vietnam, Camboya y Sri Lanka, la marca está soportando todo el peso de la agitación geopolítica y el aumento de los costes relacionados con la guerra comercial reavivada por Donald Trump.

¿Y ahora qué?

El plan presentado en 2021, de duplicar las ventas para 2026, parece cada vez más ambicioso dada la situación actual. Queda por ver si Lululemon conseguirá conciliar su ADN técnico con las expectativas cambiantes de un mercado saturado.

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