Pasarela Valentino: Alessandro Michele convierte la intimidad en espectáculo

¿Hasta dónde puede escenificarse la intimidad? Para su desfile de otoño-invierno 2025-2026, Alessandro Michele propone una inquietante reflexión sobre la identidad, el desvelamiento y la ilusión. En un escenario que recuerda a los aseos públicos sublimados, el diseñador difumina los límites entre interioridad y exhibición, transformando la ropa en un juego de apariencias.
El teatro de las intimidades cambiantes de Alessandro Michele
Inspirándose en la idea de un «metateatro de intimidades», Alessandro Michele deconstruye la noción misma del yo. Lejos de buscar un yo auténtico, imagina una identidad en constante cambio, conformada por el entrelazamiento de lo privado y lo colectivo. Las superposiciones engañosas y las transparencias ambivalentes confieren a la ropa una doble función: proteger y revelar al mismo tiempo. Los materiales oscilan entre la suavidad y la dureza: terciopelo arrugado, destellos metálicos y tonos apagados reflejan esta tensión entre introspección y puesta en escena.
Una actuación a lo David Lynch
El mundo del desfile de moda sumerge al espectador en una atmósfera cinematográfica y enigmática, que recuerda a las películas de David Lynch. El espacio se convierte en un escenario en movimiento, donde cada pasaje plantea preguntas: ¿somos dueños de nuestra propia imagen o meros actores en un papel impuesto?
Con este manifiesto visual y filosófico, Alessandro Michele no propone una simple colección, sino una profunda reflexión: la intimidad ya no es un refugio, es un espectáculo en el que nos reinventamos constantemente.
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