Pasarela Alexander McQueen: Seán McGirr reinventa al dandi victoriano

¿Y si la moda pudiera resistir la prueba del tiempo? Para su tercer desfile para Alexander McQueen, Seán McGirr nos sumergió en un Londres victoriano nocturno, a través de la historia de un insomne que deambula hasta el amanecer. Con referencias literarias y siluetas góticas, esta colección marca una poderosa declaración de estilo.

Un viaje en el tiempo inspirado en Dickens y Wilde

El escenario se establece nada más entrar: una puerta de espejos encajada en una escalera de madera, como una grieta en el tiempo que se abre al siglo XIX. McGirr se inspiró en Paseos nocturnos, de Charles Dickens, un relato de vagabundeo nocturno por Londres. Este personaje, seguro de sí mismo y misterioso, se convierte en el hilo conductor de la colección.

Las referencias a los dandis victorianos están omnipresentes. Las siluetas evocan a Oscar Wilde, sobre todo gracias a los sombreros diseñados por Philip Treacy, inclinados con ese toque de provocación tan característico del escritor. Los vestidos de seda con volantes eran de tonos que recordaban a El retrato de Dorian Gray (1973), subrayando la ambigüedad y la elegancia teatral de la época.

Un vestuario de rigor y ostentación

Laovación en pie del público en cuanto llegó la primera modelo dio fe del impacto visual de las piezas. Botas puntiagudas, abrigos estructurados, hombros marcados y cuellos de encaje: McGirr jugó con los códigos góticos para reinterpretar la sofisticación victoriana. Estrictos trajes precedieron a espectaculares vestidos. Las chaquetas de noche en shearling, con texturas que recuerdan las alas de un ángel, añaden una dimensión casi mística. Los bordados en hilo de oro, adaptados tanto a las chaquetas masculinas como a las capas femeninas, reflejan el deseo de difuminar las fronteras de género.

McGirr impone su visión en Alexander McQueen

Con esta colección, Seán McGirr ha hecho una declaración definitiva al frente de Alexander McQueen. Basándose en sus recientes éxitos -incluida Miley Cyrus en los Oscar, vestida de McQueen-, ofrece un diálogo entre el pasado y el presente, donde la moda se convierte en un manifiesto de atrevimiento y herencia.

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