Desfile Alaïa: una celebración del movimiento y la forma

Pieter Mulier continuó su exploración del movimiento perpetuo con una colección Alaïa Verano-Otoño 2025 en la que el cuerpo es el centro de cada creación. Entre volúmenes escultóricos e inspiraciones cinéticas, el desfile ofreció una visión contemporánea y poética de la indumentaria.
El 4 de marzo de 2025, Alaïa presentó su nueva colección en un lugar emblemático: la sede de la Casa, un escaparate brutalista diseñado por Vincent Eschalier y bañado por la luz de la catedral. En el corazón del espacio, las esculturas de Mark Manders puntuaban la decoración, representando rostros femeninos fragmentados, haciéndose eco de las metamorfosis del cuerpo a través de la moda.
La estética ondulante y dinámica estética
Esta temporada, Pieter Mulier no busca una ruptura con el pasado, sino una evolución fluida en la continuidad de las inspiraciones que alimentan su trabajo en Alaïa. La colección retoma siluetas históricas, reinterpretándolas con un enfoque moderno y estilizado. Los vestidos con crinolinas se vuelven tubulares, mientras que los elementos del diseño de los años 70 se infunden discretamente en las piezas sin caer nunca en la cita directa.
Las siluetas se componen de tops de segunda piel, faldas plisadas y drapeados flotantes, todo ello estructurado en torno a atrevidos volúmenes. Una versión conceptual del pasamontañas enmarca el rostro, dándole un entorno escultural.
Una dualidad entre proteger y resaltar el cuerpo
La idea de un capullo protector está omnipresente. El cuerpo, a la vez oculto y revelado, evoluciona en prendas que juegan con los contrastes: chaquetas sinuosas, abrigos inspirados en Charles James y anillos dorados que rodean la cintura para crear un soplo de aire en la espalda.
Inspirándose en el arte cinético, Mulier introduce espirales hipnóticas en texturas y adornos. Giros dinámicos recorren las faldas y los vestidos, creando una ilusión de movimiento perpetuo.
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