Nonos de Paul Pairet: el arte de la parrilla francesa en el Crillon

El Hôtel de Crillon, emblema del lujo parisino situado en la plaza de la Concordia, se reinventa con una vuelta de tuerca con su dirección Nonos, diseñada por el chef Paul Pairet. Basándose en su experiencia en Asia y en su éxito en Top Chef como coach, Pairet ha creado un restaurante que devuelve a la parrilla francesa su antiguo esplendor. Una brasserie chic con aire nostálgico, donde la gastronomía se mezcla con los sabores auténticos de antaño.

Un viento de renovación sopla en el Crillon

Desde el momento en que entras, la decoración Art Déco, imaginada por el diseñador Tristan Auer, sumerge a los invitados en un espacio elegante, propicio para largas y elegantes conversaciones a la mesa. El mármol blanco de las mesas, el palisandro y las alcobas recuerdan el esplendor de las grandes brasseries parisinas. Pero Nonos no es sólo un marco lujoso, es sobre todo un lugar donde disfrutar de una cocina generosa y accesible, alejada de las rígidas convenciones de los palacios tradicionales.

Paul Pairet, el chef que agita las cosas

Paul Pairet, famoso por su inventiva culinaria, quería rendir homenaje a las carnes a la brasa de su infancia. Tras pasar más de 15 años en Asia y obtener reconocimiento internacional con Ultra Violet en Shanghai, un restaurante con tres estrellas Michelin, regresó a Francia con un gran reto: modernizar la brasserie del palacio infundiéndole un espíritu más relajado. Gracias a su carisma y popularidad, ha conseguido atraer a una nueva clientela, más joven y local, que nunca habría pensado en cruzar las puertas de un hotel tan prestigioso.

Una parrilla francesa revisitada con elegancia

En Nonos, las carnes maduras ocupan un lugar de honor, sublimadas por la cocción a la leña de un horno Josper. Los platos estrella incluyen un jugoso onglet de Simmental con patatas fritas crujientes y una ligera salsa bearnesa, y un hueso de tuétano a la parrilla con un toque de piña y perejil. Para empezar, el ligero y aireado soufflé de Gruyère se cubre en el último momento con una crema de queso caliente, un espectáculo gourmet que te hace la boca agua desde el primer bocado. De postre, es difícil resistirse al soufflé de frutos rojos, condimentado con un toque de vinagre de jerez y acompañado de un sorbete ácido.

Comestibles, el lugar donde estar

Pero Nonos no se detiene ahí. Su hermano pequeño Comestibles hace las veces de mostrador de ultramarinos y cantina chic, ofreciendo una selección de mariscos, pescados ahumados, charcutería y quesos curados. Una dirección complementaria que te invita a ampliar la experiencia de degustación, con un espíritu más relajado.

6 rue Boissy d’Anglas, 75008.

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