Marianne Faithfull: Muere una estrella del rock, sigue viva una leyenda
Marianne Faithfull, figura icónica del rock británico y testigo de los Swinging Sixties, ha muerto a los 78 años. Su carrera, marcada por la fama, los excesos y una extraordinaria resistencia, deja tras de sí un legado musical y cultural inestimable.
Un debut deslumbrante en el Swinging London
Nacida en Londres el 29 de diciembre de 1946, Marianne Faithfull creció en una familia en la que el arte y la cultura desempeñaban un papel fundamental. Su madre, Eva, de familia aristocrática austriaca, enseñaba danza, mientras que su padre, Robert Glynn Faithfull, era un antiguo espía del MI6 reconvertido en escritor.
La vida de Marianne cambió en la adolescencia, cuando Andrew Loog Oldham, productor de los Rolling Stones, se fijó en ella. Éste la presentó a Mick Jagger y Keith Richards, que le regalaron su primera canción, As Tears Go By (1964). Fue un éxito inmediato, que propulsó a la joven cantante a lo más alto de las listas del Swinging London. Su belleza, carisma y voz cristalina la convirtieron en un icono a tener en cuenta.
Después cosechó una serie de éxitos con Summer Nights, This Little Bird y Come and Stay With Me. Pero Marianne Faithfull no se limitó a la música: el cine también la codició. Debutó en la gran pantalla con Jean-Luc Godard(Made in USA, 1967), y luego actuó junto a Alain Delon en La Motocyclette (1968).
Un romance relámpago con Mick Jagger
Su relación con Mick Jagger, que comenzó en 1966, se convirtió en una de las más emblemáticas del rock’n’roll. Juntos formaron una pareja glamurosa y sensual, inseparable de los Rolling Stones. Pero tras este romance aparentemente perfecto, Marianne fue cayendo poco a poco en el exceso de drogas.
Lejos de los focos, su relación estuvo marcada por dramas personales, incluido un aborto espontáneo que la sumió en una profunda angustia. Al mismo tiempo, su carrera como actriz dio un giro con su papel deOfelia en Hamlet (1969), pero Mick Jagger no se tomó bien su ascenso a la fama. En su autobiografía Memorias, sueños y reflexiones (2007), confió:
«Mick quería que fuera su novia, pero mi carrera iba a interferir con la imagen que él quería crear. Dejé de trabajar… y me sumergí en el infierno de las drogas».
El infierno de la adicción y el descenso a los infiernos
La cocaína, y luego la heroína, pasaron a formar parte de su vida cotidiana. En 1971, una sobredosis en Australia puso fin bruscamente a su relación con Mick Jagger. Dejó la ostentación de los hoteles de lujo por una existencia caótica, viviendo en la calle durante dos años.
A pesar de este deambular, siguió inspirando a los Rolling Stones. Canciones como Wild Horses y Sister Morphine están directamente relacionadas con su apasionada y destructiva relación. Pero no fue hasta 1979 cuando Marianne Faithfull hizo un impresionante regreso con Broken English, un aclamado álbum que marcó un punto de inflexión en su carrera. Su voz, ahora rocosa, delataba sus años de sufrimiento, pero la dotaba de una intensidad única.
Un renacimiento artístico y un reconocimiento tardío
Tras sobrevivir a los excesos de la década de 1970, Marianne Faithfull disfrutó de un renacimiento artístico en las décadas de 1980 y 1990. Grabó álbumes más introspectivos, como Strange Weather (1987) y Vagabond Ways (1999), y colaboró con artistas como Nick Cave, Jarvis Cocker y Cat Power.
En los albores de la década de 2000, hizo un conmovedor relato de su atormentada vida en Mémoires, rêves et réflexions, en el que narra sus luchas con las drogas, la enfermedad y la desilusión. En 2006, se vio afectada por un cáncer de mama, pero consiguió vencer a la enfermedad.
En el mundo de la moda, mantiene estrechos vínculos con personalidades como Kate Moss, Donatella Versace y Karl Lagerfeld, que la consideran un icono atemporal.
Una batalla final contra la enfermedad y un legado imborrable
En 2020, Marianne Faithfull contrajo Covid-19, una enfermedad que debilitó gravemente su salud. A pesar de ello, siguió trabajando y grabando, decidida a dejar su huella musical hasta el final. Su último álbum de estudio, Negative Capability (2018), fue aclamado por la crítica.
Conscientes del impacto que tuvo en varias generaciones de artistas, se grabó un álbum de homenaje titulado The Faithful: A Tribute to Marianne Faithfull, con músicos de renombre como Iggy Pop y Shirley Manson.
A modo de epitafio, confió en 2023:
«Tardé mucho tiempo en ser reconocida como la artista que soy. Pero nunca he dejado de creer en mi trabajo y en mí misma».
El 30 de enero de 2024, el mundo se enteró de su muerte a los 78 años. Marianne Faithfull se había ido, dejando tras de sí una obra marcada por la pasión, la rebeldía y la autenticidad.
Una leyenda inmortal
Tras su imagen de musa de los Swinging Sixties, Marianne Faithfull era mucho más que una it-girl. Era una artista completa, una superviviente, una voz singular que ha resistido el paso del tiempo sin negarse nunca a sí misma.
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