«Camera Girl»: una inmersión en las noches neoyorquinas de los años 80
Con «Camera Girl», Sharon Smith nos ofrece una retrospectiva íntima y sin precedentes de la escena nocturna neoyorquina de los años 80, donde famosos y gente anónima se codeaban en un ambiente de libertad y extravagancia.
Los legendarios clubes de Nueva York, como el Ritz, Studio 54 y el Palladium, eran lugares de efervescencia, creatividad y transgresión. Fue en estos templos de la juerga donde Sharon Smith, una joven fotógrafa armada con su Polaroid SX-70, inmortalizó los rostros de esta época desenfrenada por tres dólares. Personas anónimas, famosos y figuras de diversas subculturas se pusieron delante de su objetivo, creando una serie de imágenes crudas e icónicas ahora recogidas en el libro «Camera Girl», publicado por Idea.
Los clubes, catalizadores de una época
En aquella época, Nueva York era una ciudad paradójica, que combinaba energía creativa y brutalidad social. Los clubes nocturnos se convirtieron en refugios para las comunidades marginadas, ofreciendo un espacio para la expresión y la experimentación. Según Sharon Smith, estos lugares representaban una tribu nocturna donde las nociones de raza, género o estatus social se disolvían, dando paso a una unidad efímera impulsada por la música y el baile.
El libro, con su cubierta burdeos y sus 144 páginas, es una cápsula del tiempo que capta aquella época singular. Sharon relata sus encuentros con figuras legendarias como Grace Jones, David Bowie y Madonna, y la espontaneidad de aquellos momentos. Una de sus anécdotas más memorables tiene que ver con Grace Jones, quien, tras una mirada cómplice, murmuró un simple «Gracias, mi amor» antes de desaparecer en la pista de baile.
Un homenaje a la libertad y al exceso
Las fotografías de Sharon Smith no son sólo recuerdos de fiestas, sino también testimonios de la diversidad y resistencia de las comunidades. En una entrevista incluida en el libro, habla de la importancia de la ropa y la actitud para integrar estos mundos cerrados, donde la creatividad y el exceso eran las consignas.
Con sólo mil ejemplares disponibles, «Camera Girl» es una edición preciosa, que reúne fragmentos de una época pasada en la que la noche era sinónimo de libertad, exceso y unidad.
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