Jaeger-LeCoultre, la relojería de lujo se une a la perfumería
Jaeger-LeCoultre vuelve a abrir nuevos caminos con una incursión en el mundo de la perfumería fina. Como parte de su programa «Made of Makers», la marca relojera suiza presenta tres fragancias únicas . Este programa es fruto de la colaboración con el perfumista Nicolas Bonneville.
Un enfoque artístico único
Con «Made of Makers», Jaeger-LeCoultre reinventa las artes clásicas reuniendo a talentos de diversas disciplinas. Tras colaborar con artistas como el escultor digital de flores Brendi Wedinger y la pastelera francesa Nina Métayer, la empresa explora ahora el campo de la perfumería. Este proyecto forma parte de un diálogo entre tradición y modernidad, combinando creatividad, artesanía e innovación.
Para este reto, Jaeger-LeCoultre recurrió a Nicolas Bonneville, premiado en 2024 por sus creaciones para Givenchy. Famoso por su trabajo que combina técnicas tradicionales e innovación, ha traducido la esencia de la casa relojera en tres fragancias excepcionales.
Una experiencia olfativa única
Las tres creaciones, tituladas Las Historias Intemporales, El Pionero de Precisión y La Odisea Celeste, no están a la venta. Celebran elementos emblemáticos de Jaeger-LeCoultre. El reloj Reverso para el primero, y complicaciones horológicas como el calendario perpetuo o la fase lunar para el último.
Cada fragancia refleja una dimensión específica de la relojería. Combinan esencias raras y materiales familiares para evocar la memoria olfativa. Bonneville describe la colaboración como una búsqueda de la emoción pura, libre de las limitaciones comerciales habituales. «El olfato es un sentido primitivo que juega con la memoria. He adaptado mi escritura a la búsqueda de equilibrio e innovación de Jaeger-LeCoultre», explica.
Una experiencia en París
Hasta el 15 de enero, estas fragancias se pueden descubrir en exclusiva en la boutique Jaeger-LeCoultre de la Place Vendôme de París. Se invita a los visitantes a sumergirse en esta experiencia sensorial y a utilizar una rueda olfativa para identificar las familias de cada fragancia.
Estas creaciones efímeras atestiguan el compromiso de la empresa suiza de superar los límites de la artesanía y la innovación, al tiempo que ofrecen a los amantes del lujo un encuentro sin precedentes entre relojería y perfumería. Una sutil unión de arte, técnica y emoción, digna de la herencia de Jaeger-LeCoultre.
Hasta el 15 de enero, Place Vendôme.
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