Ama la Nochevieja (o no), ama la cena DETRÁS de ella
Cuando giras por la rue des Gravilliers, inevitablemente te detienes ante el porche de la mansión privada del 69. En la calle, el restaurante 404 y el bar Andy Wahloo, y entre ambos, al fondo del patio, un restaurante como a nosotros nos gustan, sencillo, acogedor y extravagante.
Este concepto único, creado por Mourad Mazouz, transforma un antiguo piso en un espacio artístico donde cada habitación cuenta una historia. Para Nochevieja, este lugar pretende revelar toda su magia.
Nochevieja ATRÁS
Pasar la Nochevieja FUERA del restaurante es como celebrarlo en casa de un amigo, sin ataduras, mientras disfrutas de la comida y el entretenimiento. A partir del 15 de diciembre, se ofrecerá un menú especial de fin de año, con una serie de productos «festivos» – foie gras, tartar de vieiras, capón, etc.- sin dejar de ser fiel al espíritu del lugar: sin menús fijos y a precios razonables. Esta libertad de elección refleja perfectamente la filosofía relajada de uno de los establecimientos favoritos de los editores.
En Nochevieja, el ambiente se intensifica con una banda sonora especialmente diseñada para la ocasión por el diseñador musical habitual del local. Tras la comida, la fiesta puede continuar en el bar Andy Wahloo, al otro lado del patio, para los que quieran bailar toda la noche (sujeto a disponibilidad). Este equilibrio entre sofisticación y convivencia hace de DERRIÈRE una opción muy deseable para celebrar la llegada del nuevo año.
Un lugar con un ambiente único
DERRIÈRE destaca por su ambiente relajado y cálido. Cada detalle de la decoración, diseñada por Mourad Mazouz, nos transporta a un loft neoyorquino de los años 70, mezclado con el ambiente de un piso parisino. Cuadros, carteles y objetos insólitos salpican el espacio. Es íntimo y loco a la vez, como la casa de un amigo artista. El misterioso armario, que conduce a una sala de fumadores al estilo de un gabinete de curiosidades, añade un toque de dandismo moderno a un restaurante ya de por sí muy especial.
Este espacio acoge a una clientela variada, desde parisinos de moda a visitantes internacionales. La idea es sencilla: sentirse como en casa, gracias a un equipo acogedor y un ambiente deliberadamente cordial. El lugar es ideal para un momento íntimo con amigos y familiares, o para una cena alegre con la familia y los amigos.
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