Tina Barney: la burguesía estadounidense en el Jeu de paume
Hasta el 19 de enero de 2025, el Jeu de Paume de París dedica una exposición a la fotógrafa estadounidense Tina Barney. Con sus retratos de la burguesía estadounidense y la aristocracia europea, Barney lleva captando imágenes de la alta sociedad desde la década de 1980.
Al proceder ella misma de este entorno, observa a sus sujetos con una intimidad que hace de sus fotos un archivo visual de estas élites a menudo inaccesibles.
Una exploración de la burguesía estadounidense
Tina Barney, nacida en 1945 en Nueva York, creció en el silencioso mundo del Upper East Side de Manhattan. Hija de una familia que coleccionaba obras de arte como las de Renoir y Degas, descubrió la riqueza visual de los interiores burgueses a una edad temprana. No fue hasta los treinta años cuando se aficionó a la fotografía, inspirada por su colección de instantáneas de Robert Frank, Lee Friedlander y Walker Evans. » Coleccionar fue probablemente la mejor herramienta de aprendizaje que podría haber soñado», confiesa, explicando cómo la observación de los maestros de la fotografía moldeó su ojo.
Su carrera comenzó con retratos de su propia familia y círculo cercano. Captaba escenas cotidianas, momentos familiares en escenarios suntuosos, revelando la sencillez de los gestos cotidianos dentro de un entorno lujoso. Este enfoque recuerda al de Nan Goldin, aunque Barney difiere en que su técnica es más controlada y su marco más formal. A lo largo de los años, inmortalizó a su hermana, a su madre y a amigos de este círculo social, manteniendo una autenticidad cruda y una ausencia de puesta en escena.
Teatro costumbrista: un enfoque directo
En 1983, tras divorciarse, Tina Barney abandonó su cámara Pentax por una cámara de mayor tamaño. Este nuevo equipo le permitió componer imágenes a la manera de un pintor en su caballete, añadiendo formalidad a su enfoque. Los retratos de este periodo, agrupados bajo el título Theatre of Manners, muestran a la burguesía estadounidense en su vida cotidiana, sin crítica ni ironía. En Los jóvenes (1992), tres hombres intercambian miradas que evocan el comportamiento codificado de la alta sociedad.
«Siempre hago cientos de fotos antes de estar satisfecho con el resultado de al menos una de ellas», explica Barney, que capta la esencia de sus sujetos captando sus sutiles interacciones gestuales. Obras como Sunday New York Times y In the Garden (1982) dan testimonio de esta meticulosidad y de su interés por los códigos sociales de su entorno.
La aristocracia europea y el peso de la historia
En la década de 2000, Tina Barney amplió su campo de exploración a Europa, donde fotografió a la aristocracia continental para su serie The Europeans. Este proyecto reveló dinámicas diferentes a las de la alta sociedad estadounidense:«En Europa, todo era más formal y reservado que las familias y amigos que pude fotografiar en Estados Unidos», recuerda. En estos retratos, las actitudes de los sujetos, heredadas de generaciones anteriores, están casi congeladas en el tiempo. Evocan una tradición visual marcada por siglos de historia.
Esta serie introduce una mayor lentitud y formalidad en su proceso, como demuestran los retratos de familias aristocráticas rodeadas de obras de arte y muebles históricos. Julianne Moore, por ejemplo, es retratada en un interior que la hace parecer un cuadro de Renoir.
Un look que evoluciona con el tiempo
La crítica de la obra de Tina Barney ha evolucionado a lo largo de las décadas. Si sus fotos de los años 80 y 90 se percibían como frías y distantes, ahora se ven con cierta dulzura, una familiaridad desarrollada por el acceso generalizado a diversos medios a través de las redes sociales. » Observar el interior y los hábitos de otra clase social ya no es tan inusual», señala Barney, analizando la transformación de la percepción pública en la era de Internet.
Patrimonio y fragilidad
Un motivo recurrente en la obra de Tina Barney es el espacio vacío que queda en la esquina inferior de sus fotografías, sin figuras ni decoración. Para ella, este espacio simboliza la precariedad de la estabilidad social. «En mis fotografías se plantea la cuestión del patrimonio. Y mi respuesta sería apreciar cada momento, guardar cada recuerdo. Porque lo que tenemos hoy puede desaparecer mañana». Barney no sólo capta imágenes de su entorno social, sino también la fragilidad de ese mundo.
«Tina Barney. Lazos de familia», en el Jeu de paume, París, hasta el 19 de enero de 2025.
Lee también: Martha Stewart: la mujer perfecta de América convertida en criminal, en Netflix