Ribera en el Petit Palais: una magnífica primicia
El Petit Palais dedica la primera retrospectiva francesa a Jusepe de Ribera, el maestro del claroscuro. Reuniendo más de un centenar de obras, esta exposición propone un viaje inmersivo en el mundo oscuro e intenso del artista español.
El Petit Palais presenta una retrospectiva inédita de Jusepe de Ribera, el maestro español del claroscuro influido por Caravaggio. Esta exposición reúne más de cien obras. Ilustran la trayectoria de Ribera, desde sus inicios romanos hasta su periodo napolitano. La escenografía, diseñada por Cécile Degos, pretende maximizar el impacto emocional de las obras mediante un recorrido rítmico e inmersivo. Los colores de las salas, inspirados en los pigmentos de la época, acentúan los contrastes entre los temas religiosos y profanos. La exposición celebra la brutalidad poética de Ribera y sus personajes, tanto ordinarios como místicos, al tiempo que ofrece una experiencia visual duradera gracias a elementos modulares.
Los comienzos de Ribera en Roma
Originario de España, Jusepe de Ribera se trasladó a Roma a principios del siglo XVII. Apodado «lo Spagnoletto» por su baja estatura, Ribera desarrolló un estilo pictórico marcado por el realismo crudo y el claroscuro dramático. Inspirado por Caravaggio, utilizó modelos vivos e introdujo figuras de medio cuerpo que cautivaban la mirada del espectador. Entre las obras expuestas, la serie de los Cinco Sentidos ilustra su enfoque único del tenebrismo y la teatralidad.
El periodo napolitano
En 1616, Ribera abandonó Roma para trasladarse a Nápoles, donde ascendió rápidamente. Apoyado por las autoridades locales, se convirtió en una figura clave de la escena artística napolitana. Realizó prestigiosos encargos, en particular para la iglesia de la Trinità delle Monache. Su habilidad para plasmar los detalles, como los pliegues de los ropajes y las expresiones de sus figuras, confería a sus obras un realismo sorprendente. Obras como San Jerónimo y El ángel del Juicio Final dan testimonio de su habilidad para jugar con las luces y las sombras.
Representación de los márgenes de la sociedad
Ribera se interesó por las personas marginadas de la sociedad, a las que representó con una intensidad poco común. Obras como Mendigo harapiento y Mujer con barba muestran su gusto por las figuras atípicas y las realidades a menudo ignoradas. Su enfoque sincero confiere a las personas que pinta una dignidad inesperada, que trasciende su apariencia.
El final de su carrera y la renovación estilística
Hacia el final de su vida, Ribera aligeró su paleta. Sus obras adquirieron tonos más brillantes, con cielos luminosos y drapeados inspirados en Tiziano. Cuadros como Apolo y Marsias encarnan este cambio estilístico y dan testimonio de la evolución del artista. La exposición concluye con obras marcadas por escenas de martirio, en las que Ribera retrata el sufrimiento humano con un realismo conmovedor.
Ribera, oscuridad y luz, en el Petit Palais hasta el 23 de febrero de 2025
También merece la pena leer: Marchesi 1824, el libro homenaje a la pastelería de Prada