La Fila: 15 horas de espera para la venta privada

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La venta privada de The Row atrajo a multitudes en Nueva York, con colas de más de 15 horas y cuentas virales en las redes sociales. ¿Cómo funciona?

La marca de lujo The Row, fundada por Mary-Kate y Ashley Olsen, celebró su famosa venta privada el 23 de noviembre en el Metropolitan Pavilion de Manhattan, pero este año el evento está atrayendo una atención sin precedentes. Inicialmente reservada a los allegados a la marca, esta venta anual ha visto cómo miles de fans, dispuestos a esperar durante horas, compartían sus aventuras en TikTok e Instagram.

Colas y testimonios virales

No dejan de llegar testimonios de clientes decididos a hacerse con piezas exclusivas de la marca neoyorquina. Como cuenta Samantha, una participante en TikTok, las colas llegaron a alcanzar las 15 horas, un tiempo de espera que ella optimizó contratando a alguien para que vigilara su lugar. Otros compradores, impacientes pero decididos, aparecieron cargados con sus bolsas llenas de preciadas adquisiciones. Algunos llegaron incluso a negarse a esperar más de cinco horas, prefiriendo volver al día siguiente en busca de condiciones más favorables.

@pretty.frowns

It was a warzone, there were people waiting at 430am for The Row’s sample sale.. Go early!! #therow #therowsamplesale #samplesalenyc

♬ original sound – Isabel

Esta venta privada ofrece descuentos de hasta el 75% en piezas atemporales de The Row. Permite a los fans acceder a artículos con precios iniciales de hasta varios miles de euros. Los descuentos hacen accesibles a los fans artículos icónicos como el bolso Margaux y las sandalias de plástico, cuyo precio original es de 990 euros. The Row, conocida por su estética minimalista y sus materiales excepcionales, cautiva con diseños que oscilan entre lo clásico y lo iconoclasta.

Fascinante discreción estratégica

Al cultivar la confidencialidad, The Row se adhiere a un código de lujo discreto, reforzado por la prohibición de fotografiar el interior de las ventas o los desfiles de moda. Esta norma, fielmente respetada por las Olsen, añade un aura de misterio que alimenta la curiosidad y atrae a las multitudes. La discreción es un signo de estatus para los clientes de The Row, mucho más que las exhibiciones ostentosas.

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