Gagosian expone a Jean-Michel Basquiat

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Jean-Michel Basquiat, figura clave de la contracultura que se convirtió en una superestrella del mundo del arte, sigue inspirando e intrigando. Tenemos que ir urgentemente a ver su obra en la galería Gagosian.

En París, en 2023, su obra se expuso en la Fundación Louis Vuitton, junto a la deAndy Warhol, y en la Filarmónica de París, donde la música desempeñó un papel central en la exposición Basquiat Soundtracks. Esta influencia musical, al igual que su profundo conocimiento de la historia del arte, recorre toda su obra.

Hoy, la galería Gagosian destaca uno de sus cuadros icónicos, Sin título (1982), frente a una antigua estatua de Venus de la prestigiosa colección Torlonia. Este diálogo entre pasado y presente revela dimensiones inesperadas y poderosas del arte de Basquiat.

Cara a cara

La exposición del Gagosian explora la figura de Venus, diosa del amor, en la historia del arte. En el centro de esta confrontación se encuentra una escultura romana imperial de Venus. Recuerda a las obras de los más grandes maestros clásicos. Esta rara pieza forma parte de la colección Torlonia, una de las más ricas y extensas colecciones de arte romano del mundo.

Enfrente, los visitantes descubrirán Sin título, un cuadro monumental de Jean-Michel Basquiat, creado en 1982 en Módena(Italia). Este cuadro forma parte de un conjunto de ocho obras encargadas por el coleccionista Emilio Mazzoni, pero que permanecieron inéditas durante varias décadas. No fue hasta hace poco, en 2022, cuando estos cuadros se presentaron al público en la Fundación Beyeler. Hoy, uno de estos lienzos, marcado por la energía creativa de Basquiat, ocupa el centro del escenario íntimo de la galería Gagosian.

Diálogo entre las artes

En Sin título, Basquiat utiliza colores vivos y rasgos casi infantiles. Pero tras esta aparente ingenuidad se esconde una profunda reflexión sobre figuras universales como el ángel, el diablo, el profeta e incluso Venus, la única figura femenina de esta serie llamada «Módena». Esta pintura recurre tanto a su imaginario personal como a referencias culturales.

Venus ejerció una doble influencia en la vida de Basquiat. Por un lado, se inspiró directamente en la mitología romana y en las representaciones clásicas de esta diosa. Por otra, su musa, Suzanne Mallouk, cariñosamente conocida como «Venus», también impregna esta obra. El cuadro se hace eco del Nacimiento de Venus de Botticelli, pero reinventa la iconografía clásica con toques contemporáneos y un estilo único. La yuxtaposición revela el poder intemporal de las representaciones femeninas en el arte.

Al revisar estas obras a través de sus propios códigos visuales, Basquiat transmite un mensaje críptico, recordado en una de sus citas: «Venus, lucero del alba, boniato, yo tengo la plata y tú tienes el oro». Un enigma que, como tantos otros de su obra, permanece abierto a la interpretación.

Se puede ver en la galería Gagosian, 4 rue de Ponthieu 75008.

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